Un repaso a las normas de iluminación en la empresa
Una adecuada iluminación en los centros de trabajo resulta clave para garantizar el acondicionamiento ergonómico de cada puesto de trabajo, así como para garantizar el confort y la salud de los trabajadores, evitando riesgos e incluso accidentes.
En este sentido, es importante recordar que el 50% de la información sensorial que reciben los seres humanos es a través del sentido de la vista y que, por tanto, cuidar la el ambiente visual redunda en una mayor seguridad, confort y productividad. Por contra, una iluminación inadecuada puede provocar fatiga visual, reducción del rendimiento, cansancio, estrés e incluso trastornos músculo esqueléticos debido a posturas inadecuadas. También, mayor posibilidad de cometer errores y, en correspondencia, mayor probabilidad de accidentes.
La correcta iluminación
Según el artículo 8 del Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, «la iluminación de los lugares de trabajo deberá permitir que los trabajadores dispongan de condiciones de visibilidad adecuadas para poder circular por los mismos y desarrollar en ellos sus actividades sin riesgo para su seguridad y salud”.
En esta línea, la iluminación correcta en un puesto de trabajo será la que permita distinguir, fácilmente y sin fatiga, formas, colores, objetos en movimiento o relieves. Para garantizarla, habrán de analizarse diferentes aspectos o condicionantes:
De la persona que observa: la capacidad visual (agudeza, sensibilidad al contraste, rapidez de percepción) y la edad.
Del entorno: dimensiones, colores, forma, texturas…
De la tarea: dimensiones de los objetos a manipular, contraste, dificultad de la tarea…
De la estructura: posición y diseño de los puntos de luz, distribución lumínica, relación luz natura – luz artificial…
Teniendo en cuenta el análisis de los anteriores aspectos, para garantizar el confort visual en un centro de trabajo, habrá de atenderse a aspectos como:
Nivel de iluminación: se adaptará al puesto de trabajo y edad y condicionantes visuales del trabajador. Los niveles de iluminación se expresan en lux, unidad que representa la iluminación producida por un lumen (cantidad de luz que emite una fuente luminosa) en un metro cuadrado de superficie. Para zonas donde se ejecuten tareas de bajas exigencias visuales los mínimos establecidos son de 100 lux (manipulación de mercancías, salas de máquinas…); para exigencias visuales moderadas, 200 lux (almacenes de muebles, industrias diversas…); para altas, 500 lux (trabajos con ordenador…); y para muy altas, 1.000 lux (trabajos de precisión, joyería…). Igualmente, para los locales de uso habitual la referencia es de 100 lux (vestuarios, salas de descanso…), mientras que en las vías de circulación es de 50 lux (ver RD 486/1997).
Siempre que sea posible, garantizar la iluminación de un centro a través de luz natural y, si no es suficiente, recurri a iluminación artificial auxiliar. Igualmente, se recomienda recurrir a iluminación localizada complementaria a la iluminación general en caso de ser necesario, impidiendo que queden zonas de trabajo por debajo del 75% de la iluminación media y garantizando uniformidad en la iluminación.
Deslumbramientos: la visión directa de una fuente de luz o de su reflejo puede provocar deslumbramientos molestos e incluso de gran peligro en la ejecución de determinadas tareas. Los cambios bruscos de luz pueden resultar peligrosos, cegado temporalmente al trabajador mientras el ojo se adapta a la nueva iluminación.
Para evitar deslumbramientos se puede recurrir al uso de superficies mate o a la mejora de la distribución y la orientación de as luminarias para evitar molestias en algunas zonas del centro de trabajo, además de a cortinas, persianas y otros dispositivos que permitan regular la entrada de luz natural.
Equilibrio de luminancias: garantizando el equilibrio entre la iluminación general y la localizada.
Este artículo ha sido elaborado por el Gabinete de Asistencia Técnica en Prevención de Riesgos Laborales de la CEL, financiado por la Fundación Estatal para la Prevención de Riesgos Laborales, en base a la legislación vigente en materia de seguridad y salud en el trabajo y a las Notas Técnicas de Prevención del INSST (se recomienda concretamente la consulta de la NTP 211 y de la publicación «Iluminación en el puesto de trabajo», también del INSST).

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